sábado, 24 de mayo de 2014

Pasados.

Todos tenemos un pasado, todos. Nos guste más o menos, nos haya hecho mucho daño o ninguno, nos haya ayudado a crecer como personas o nos haya puesto zancadillas una tras otra.
Ya he dicho varias veces que nuestro pasado forma parte indisoluble de lo que somos hoy en día, y que como tal debemos aceptarlo y aprender de él. Aprender a no repetir los mismos errores si los hubo, y aprender a reconocer lo que nos ha ayudado ser más felices y mejores personas para intentar repetirlo.
Pero a veces nos empeñamos en buscar, remover y mirar en el pasado de los demás, y eso no suele traernos más que sensaciones desagradables y desasosiegos. No deberíamos hacerlo, pero a veces nos resulta inevitable, hasta el punto de llegar a convertirse en algo recurrente.
Asumamos que todos y cada uno tenemos un pasado, utilicemos el nuestro en nuestro mejor beneficio, y procuremos dejar de lado el de los demás.

2 comentarios:

  1. Lo malo es que algunas personas se quieren quedar estancadas en el pasado. El pasado es como una herramienta que debe servir para ayudarte a evolucionar en la mejor versión de ti mismo, si sólo recuerdas los martillazos insoportables y no el resultado final de esos martillazos entonces es normal verse afectado.

    Besos,
    Brandy.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Algunos se anclan en su propio pasado y otros se/nos empeñamos en volver al pasado de otros. O ese pasado de otros se empeña en aparecer una y otra vez en nuestras cabezas.
      En todo caso, estoy contigo. Usemos el pasado para aprender y sigamos avanzando.
      Saludos.

      Eliminar