miércoles, 23 de febrero de 2011

Cuestionemos


¿Es posible vivir sin cuestionarnos nada? ¿Asumir que las cosas son como son porque así deben ser y punto?
Las religiones son maestras en adoctrinar a sus seguidores en asumir de forma absoluta y sin cuestionamientos casi cualquier cosa. Hace poco, preguntaban en un programa de televisión a un rabino, si no le parecía mal que en las celebraciones, hombres y mujeres estuviesen separados por una valla, su respuesta fue "no, no me parece mal, es que así debe ser".
Los gobiernos suspiran porque sus gobernados elijan cada vez más el camino de la desconexión mental. Un populacho que no se pregunta el por qué de nada, no exige explicaciones a sus gobernantes, no se pregunta el motivo de determinadas decisiones, es un manso cordero perfectamente guiable a los pacederos que los pastores deseen.
Creo que, según se crece y se desarrolla la persona, debe aumentar su capacidad de cuestionarse todo lo que le rodea. Lo que ve, oye, lee o experimenta. Permanecer en la cómoda indolencia del "si lo dicen, es porque será así" es un paso muy cercano al aturdimiento cerebral generalizado.

lunes, 7 de febrero de 2011

Galletas en Haití

Hoy un compañero de trabajo me ha ofrecido galletas. Una bolsita con 5 galletas y un papelito, por dos euros. "Para Haití", me dijo, y las compré. Lo que leí en el papel que venía en la bolsa lo desconocía, pero me hizo sentir una rabia tan grande, que pensé en como coño podemos vivir día a día simplemente ignorando estas cosas.
En Haití, el precio de la comida se ha disparado de tal forma, que mucha gente no puede ni comprar una taza de arroz. Subsisten con menos de 15 céntimos de euro al día, y una taza de arroz cuesta 20.
Mucha gente en Haití, malvive alimentándose de galletas de barro. Preparan una mezcla de barro, manteca vegetal y sal, le dan forma de galleta, y la dejan secar al sol. Las galletas se venden a 3 céntimos. Los más desgraciados, los que no pueden ni comprar estas galletas, mendigan los trozos rotos. Este es el único alimento al que tienen acceso muchos haitianos.
Nada más cruzar la frontera está República Dominicana, llena de europeos tostando sus cuerpos sebosos al sol, mientras disfrutan de daiquirís y piñas coladas.
No puedo evitar, cada vez que me entero de estas cosas, que me entren ganas de liarme a tiros.

Mas detalles aquí y aquí.

domingo, 6 de febrero de 2011

Descanse en Paz

Siempre es una pena cuando se va uno de los buenos. Nunca fui un gran fan suyo, pero los dos discos que tengo, Wild Frontier y Victims of the Future, son dos discazos.
Mucha gente lo ha conocido por su etapa más bluesy, yo me quedo con este Gary Moore: