"Te quiero mucho". "Nuestro amor es
eterno". "Quiero estar contigo para siempre".
Cuantas veces oímos esto. O lo
decimos. Presas del enamoramiento más pasional y arrebatador,
creemos que esa revolución de emociones y sentimientos es suficiente
para que nuestra relación sea eterna y feliz.
Pero el tiempo da paso a la realidad. Y
cuando el desparrame emocional cesa, que gracias a dios lo hace,
empezamos a notar carencias o sobranzas.
Una relación fuerte, seria y duradera,
sobre todo cuando hay convivencia, no se puede basar sólo en lo
mucho que quieres a tu pareja. El pensar que todo está hecho porque
ya estás ahí y punto, es el camino más corto al fracaso.
Las relaciones precisan de retoques,
enlucidos, pequeños ajustes que se van haciendo imprescindibles con
el tiempo. Las relaciones hay que construirlas día a día, dando al
otro lo que necesita (que no es siempre lo que quiere), escuchando,
apoyando, incluso dejando un poco de espacio cuando es necesario.
Si queremos que nuestra relación sea
fuerte y duradera, y ser felices en ella, debemos esforzarnos
diariamente en mantenerla. Y eso, a algunos, a veces se nos olvida.
Música de fondo: Nina Simone - My Baby Just Cares For Me
Música de fondo: Nina Simone - My Baby Just Cares For Me
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