La democracia es posiblemente la mejor de las formas de gobierno, y en ocasiones pienso que es la única forma de gobierno que soy capaz de aceptar. ¿Esta democracia en la que vivimos, en la que la clase política sólo mira por su interés y se aferra al poder a cualquier precio, dejando totalmente de lado al pueblo que le ha elegido para representarle? Bueno, esa democracia ya me gusta menos, pero no es culpa del sistema en sí, si no de las personas que en él participan.
Y entonces, ¿nos merecemos la democracia? ¿Nos hemos ganado el tener derecho a decidir quienes van a dictar las leyes, hacerlas cumplir y sancionar a quienes no las cumplan? El simple hecho de haber vivido 40 años de dictadura, resuelta por la muerte del déspota, que nos dejó en herencia una monarquía que debemos sacudirnos de encima lo antes posible, no nos capacita para tomar decisiones democráticas del calado de las que tomamos.
En este país, una gran mayoría de la población vota "a los suyos". Da igual lo ineptos que sean, las corruptelas, los amiguismos, el mal gobierno, la pésima gestión; siguen dándoles su voto. Un ejemplo sangrante y actual: la Comunidad Valenciana. 16 años de gobierno del mismo partido, incluida una mayoría absoluta cuando el candidato, y posterior president, ya estaba siendo investigado por la justicia. Resultado: una de las comunidades autónomas más industrializadas y con enormes ingresos del turismo, en bancarrota.
Otra parte importante de la población vota por castigo: no me gusta lo que has hecho, y me da igual lo que planteen los otros, les voto a ellos para castigarte. El ejemplo más claro, las últimas elecciones, en las que se le ha otorgado mayoría absoluta a un partido que ni siquiera decía lo que iba a hacer; que escondía sus futuras acciones de gobierno y nunca reveló su programa.
Por último, un pequeño reducto de población, que se preocupa por escuchar a los candidatos, leer los programas electorales, valorar opciones, plantearse alternativas y emitir un voto coherente y valioso. Este tipo de votante existe, si, pero es tan minoritario que en este sistema nuestro, no pinta nada.
Así pues, si nuestros gobernantes son elegidos mediante votos irreflexivos, guiados por unas siglas o un color, o por afán de condenar, ¿realmente deberíamos seguir teniendo derecho a decidir? A veces realmente creo que no.
Pues tienes razón. Tristemente.
ResponderEliminarY que conste, Kike, que como digo al principio, la democracia es el único sistema de gobierno que acepto.
ResponderEliminarNamárië :)