Y ahora nos ponemos a discutir si hay que otorgarles autoridad a los profesores en el aula. Y sale un representante de una asociación de padres diciendo que la autoridad hay que ganársela, no otorgarla por ley.
Vamos a ver. La autoridad a los profesores y maestros, así como a los mismísimos padres y madres, se la ha ido quitando la sociedad actual en que vivimos. Una caterva de progres mal criados que nos han convencido de que a los niños y adolescentes hay que razonarles todo e intentarles convencer, nunca imponerse, que se nos quedan lelos los pobres, o se nos traumatizan de por vida. Y a quienes no nos han convencido de semejantes memeces, nos han atado de pies y manos por ley. Que esa es otra, luego llega un juez lerdo, y dicta orden de alejamiento para una madre que da un cachete a un niño, y empiezan los adolescentes a amenazar a sus padres con ostias o con denuncias en el juzgado.
Claro que hay que dar autoridad a maestros y profesores. No son amigos de los niños, son sus maestros. Son quienes mandan en el aula y punto. Y eso tiene que volver a ser así, por las buenas o por las malas. Y el crío que no lo capte, a la calle. Y el padre que venga gallito y amenace o agreda, a la cárcel.
Cuando volvamos al orden, y volvamos a tener claro quien manda en cada sitio, entonces nos podemos poner a hablar.
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