A veces aparece alguien

Cada vez que voy a una reunión, curso o congreso, suelo estar con las mismas personas. Pasamos buenos ratos, intercambiamos opiniones y nos ponemos al día en nuestras relaciones personales. Por supuesto, también es inevitable mantener contacto con seres insoportables, pedantes, petardos e insufribles; es parte del negocio.
De vez en cuando, desgraciadamente con poca frecuencia, (o por suerte, según se mire) te encuentras con alguien absolutamente interesante. Eso me ha pasado esta vez.
He tenido la oportunidad de conocer a una persona de las que no abundan. Con la que te sientas a hablar y sientes que hay una conexión intensa. Que se sube a un atril y atrapa a su audiencia con lo que dice y como lo dice. Que piensa como yo en muchas cosas, con la diferencia de que es mucho más coherente, y lucha en serio por intentar cambiar aquello que le desagrada y por lo que protesta. Una persona decidida inteligente, apasionante de escuchar. Con un deje de vulnerabilidad que esconde un carácter fuerte y resuelto.
Alguien que me ha sacudido la cabeza y los pensares, me ha hecho replantearme algunas cosas como el ser un simple bocazas que escribe algo, larga por esta bocaza mucho más, pero que después se sienta a hacer el morsa y no mueve el culo para hacer nada de lo que pregona.
Ha sido un auténtico placer conocerle y poder compartir unos días de trabajo y esparcimiento.
Y si lees esto...ánimo. Siempre se acaba saliendo de las sombras y recorriendo un camino bañado por la luz. A veces hay que sortear espinos y zarzas que hacen daño, pero son pequeñas heridas que cicatrizan pronto.